Poesías

SU PUEBLO LA ESPERA

El rostro se hizo piedra y acampó
en Elche apasionado e impasible:
mar muerto y pusilánime
bajo el latir latino de la luna
y, bajo el sol, volcán embravecido.
Nuestra Dama afloró en agosto augusto;
su emperador, después de los fervores,
la expatrió hasta un alcázar cabe al Sena.

Reverenciada diosa
del río Vinalopó en las serenatas,
flotando por los siglos de los siglos
a la luz hechizada de la historia
de Helike inmemorial, Illice eterno,
aunque no floreció la primavera.
La pleamar premió ecos de guirnaldas,
el fuego íbero enardeció a la tribu
que tributó fidelidad y ofrendas.
El altar se incensó de pebeteros,
las vírgenes canéforas cantaron
el salmo de los crótalos;
el sumo sacerdote
ofició la liturgia de las brisas
 y la danza guerrera estalló en celo
en loor de la divina.

He visto su sonrisa al plenlunio,
Afrodita en la acrópolis,
fascinante, adorada y bendecida.
Reía satisfecha
hasta que la tragedia iconoclasta,
cabalgando en el viento,
arrasó los racimos y las brumas.
Su rostro se hizo piedra
y el enigma quedó petrificado.
De la Alcudia al regazo
acunóse el letargo de la bella
durmiente, de centurias,
hasta que agosto tórrido
devolvió los fulgores de su busto.

Si he sorbido la miel de su sonrisa,
no he olvidado sus lágrimas ibéricas;
tras la veneración y pleitesía,
el cielo rompió aguas,
se abrió la tumba venial de siglos
y el azar de la azada obró prodigio;
surgió la aparición, vino el destierro
con letanía de kiries y aleluya.
Aún pisa su escabel en suelo ajeno,
ajena al pueblo que la insufló vida,
porque no floreció la primavera.

¿Quién zurció el pliegue de tan larga noche?
¿Porqué tu mitra cosechó anatemas
y el cisma se estrelló en el ropeolas?
¿Qué apocalipsis mancilló tu clámide?
Los buitres violaron tu epopeya
y un bárbaro del norte
te niega hoy los maitines y el bautismo.
Sobre un reclinatorio 
se arrodillam los siglos y las nieves
implorando una gracia:
que tu mirada altiva y enigmática
contemple el plamral donde naciste.
Princesa encadenada en la basílica
del Manzanares, club de minotauros,
fanal de intransigencias,
sus tímpanos más fríos que los témpanos,
tu estrella se ha eclipsado.
El sol se ha puesto en Elche,
envuelto en negro oficio de tinieblas.
No volverá a lucir el arco iris
en el cielo, hoy mohíno,
si tus grávido ojos no lo alumbram,
chispa desde la sima del glaciar,
porque no floreció la primavera.
Afligida estará tu faz hierática
mienteas no se derrita la atadura
y tu cara riele en la alborada
de rayos, de palmeras y rocíos,
y tu pupila rete al firmamento
siguiendo la "mangrana" rutilante.

Sólo Elche y tú sonreiréis unidos
cuando un "sí, quiero", os funda para siempre.
El rostro se hizo piedra.
Regresa ya y acampa entre nosotros,
si en el algodonal triscan los grilllos
y florece, por fin, la primavera.

V. Pastor Chilar
Elche, abril 1997
Segundo premio en la II Edición del Certamen Provincial de Poesía "Miss Primavera'97" que   organizó la Asociación Cultural Puente de la Virgen, en colaboración con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Elche, en Abril de 1997.                                                      .


Acto con la Dama de Elche




 AUN CREO EN LA PRIMAVERA



Entono este poema sin saber
quién es su destinataria,
porque en la asignatura del amor
aún tiemblan mis alboradas.
Mi corazón te presiente,
las dudas freno ponen a mis ansias.
Te quiero e ignoro si tú
respondes o a mi amor cortas las alas.

Quisiera adivinarte en tu figura,
saber cómo es tu voz, cómo tu alma,
cuál el tono de tus ojos,
cuál el color del pelo y de tu cara.

El verano ha entrado en coma,
siento el otoño a mi espalda,
que borrará el azul del mar y el cielo
y pretende arañar la madrugada.

En tí pienso, compañera,
sin saber si eres real o imaginaria.
Quisiera que la dicha me sonriese
una vez, una mañana;
nadie está doctorado en el amor.
Tengo sesenta años. Mi guitarra
vibra por entonarte su canción,
mujer desconocida, real o mágica.

Leer deseo tu nombre en las estrellas,
tejerme con tu aliento una esperanza,
quiero aspierar la brisa que te besa,
quiero sorber la lluvia que te empapa.

Cambia el aire de color,
se me antoja la noche aún más larga.
De nubes se cubre el cielo,
canta la última chicharra.
El verno ha entrado en coma,
siento el otoño a mi espalda.
Mis ansias se colmarían
si, vencido el estío, te encontrara,
si pudiera decirte mis secretos
y abrirte el alma,
acariciarte el anhelo,
olerte a tí y ducharme en tu fragancia.

No me sorprenda el frío del invierno
en esta sinfonía sin pentagrama.
Las hojas caen amarillas,
las golondrinas van en desbandada.
Veo que al mes de septiembre
le asoman las primera, finas canas.

Escuha el latir de un hombre
que primaveras sorbe en lontananza
y quisiera saber
quién es su sombra dorada.
Sopla el viento y adiós dice el estío.
Tengo sesenta años. Mi guitarra
vibra por entonces su canción
que dé vida a mi esperanza,
porque en la asignatura del amor 
aún tiemblan mis alboradas.

Leer deseo tu nombre en las estrellas,
tejerme con tu aliento una esperanza,
quiero aspirar la brisa que te besa,
naufragar en la lluvia que te empapa.
V. Pastor Chilar
Elche, Octubre 1999





Santa Pola, primavera 1998
El secuestro y el asesinato perpetrados por ETA entre el 11 y el 13 de julio de 1997 inspiraron esta media docena de sonetos.


ETA, LOS QUE VAS A MATAR TE SALUDAN 

Mafia de la extorsión y del chantaje,
brindáis con sangre, escribas del secuestro;
vuestra leche es sadismo y es tortura.
La pena capital merece análisis.

Para volcar mi rabia no hay epítetos,
oléis a goma-dos y a crisantemos,
fabricantes de viudas y huérfanos.
No sé si habrá perdón para vosotros.

Mucha misericordia tendría el cielo,
mucha piedad destilaría la cruz
para indultar al quinto Mandamiento.

Sólo un mínimo alivio queda a España
y es que, habiendo nacido en su solar,
no lleguéis ni a bastardos de la Patria.

Los tres siguientes sonetos fueron compuestos el 12 de Julio 1997, antes de las cuatro de la tarde.

MIGUEL ANGEL BLANCO

Fue Miguel Ángel Blanco blanco de odios,
de iras mal paridas por vesánicas
y envenedadas furias del abismo,
condenado al calvario de las hidras.

Cancerberos del peor averno, sapos
de crueldad y ponzoña, sois resptiles
que agusanáis la voluntad de España
y sus risas ahogáis en el mar muerto.

Practicantes del tiro por la espalda,
de explosivos, de bombas, de atentados
que asesinan la luz de las familias.

A las cuatro del día doce de julio
fue la hora anunciada del sudario
para crucificar a Miguel Ángel.


GUERNICA

Si decís liberar al pueblo vasco,
¿porqué lo convertís en purgatorio
de muerte, destrucción y de hecatombe?
Sois los verdugos, no los salvadores.

Hoy es el día más largo para España
que os quiso comprender la larga noche,
cuando imperaba un reino de tinieblas
y empuñasteis las armas de venganza.

Aviváis las cenizas de Guernica,
multiplicáis horrores y martirios;
obuses estremecen el hogar

que quiere ser de paz y de alboradas.
Yo pido los pinceles de Picasso
y un óleo que eternice a Miguel Ángel.

LAZOS AZULES

Te prohíje Satanás, Eta maldita.
De derechos humanos sois voceros
y ruines violadores. Sin oírla
al zulo condenáis la primavera.

Que se pare el reloj; que se detenga.
Un sábado y un viernes sin alientos
soporta esta nación ensangrentada.
Eta ha fijado plazo al holocausto.

Eta siembra semillas de coronas
de espinas y de gólgotas, de azotes
a la víctima atada a una columna

de desesperación. Hoy es España
volcánico vergel del lazo azul
de esperanza, de vida y de ilusiones.


Soneto escrito el 12 de Julio 1997, después de las cuatro de la tarde

¡ASESINOS!

Canallas de guadaña enarbolada,
exigís tolerancia, intolerantes,
y sois la quinta esencia del cinismo,
última gota de un amargo cáliz.

Habéis acribillado el arco iris,
pleamar de pistolas desalmadas,
clan de víboras, sólo sembradores
de muerte y terror, tifón de lágrimas.

No anida la clemenia en vuestro léxico,
España se ha apiñado contra Eta;
las manifestaciones, voz al cielo,

golperaon en la sima del infierno
que, airado, abominó de la ignominia.
Os juzgue el cielo, hijos de la ira.


Este último soneto fue concebido el domingo, 13 de Julio de 1997.


CONSUMATUM EST
Quedó un hilo de vida y se ha cortado;
derritióse el coraje de este día.
¡Dios, cuánta infamia, cuánta cobardía
para segar la vida que has creado...!

Dos mortíferas balas han quebrado
a Miguel Ángel, carne de elegía,
(cuarenta y ocho horas de agonía)
este domingo, trece, maniatado.

Euskadi mártir llora en desconuelo
de los "gudaris" la macabra hazaña,
más sangre derramada sobre el suelo

vasco. Miguel, perdona a la alimaña
que marchitó la espiga de tu anhelo.
Por tí clama, se agrieta y reza España.


Santa Pola, 30 Enero 1998

ANTE EL TUMULTO DE ALBERTO Y ASCENSION

Vive Dios que me espanta esta vileza
que a mi nacióon desangray acribilla.
Alberto y Ascensión, cruel pesadilla,
inmolados de un tiro en la cabeza.

Por Jesucristo vivo, cada pieza
de balas "Parabellum" es astilla
barrenando la nuca de Sevilla
que, en enero, otro Viernes Santo reza.

Qué suplicio, Señor, qué desconsuelo;
la Giralda, a media asta, gime de pena.
Tres huérfanos, tres ángeles en duelo;

Acójalos tu Madre Macarena,
y al criminal absuelve de condena,
si aún para él piedad queda en el cielo.

Y no olvides jamás, Eta cabrona,
que Sevilla no indulta ni perdona.

El estrambote de este soneto repite, previa su adaptación a dos versos endecaílabos, el pareado que más corearon las sevillanos el 30 y 31 de enero de 1998.






No hay comentarios:

Publicar un comentario