En el miéroles central de la Cuaresma, "Les velles de serra"




Perdida durante lustros, la sociedad ilicitana comienza a recuperar la primaveral tradición de "les velles de serra", gracias al empeño puesto por el Patronato Histórico, Artistico  y Cultural d'Elig, que se propuso recuperarla en su fecha "obligada",  por el costumbrismo, el miércoles central de la Cuaresma.

Se trata de un capítulo del tipismo local, si bien la norma no se circunscribía exclusivamente a Elche, sino que tuvo otras remificaciones en nuestra Comunidad Valenciana y otras poblaciones catalanas, con denominaciones similares, "serrar la vella" o "partir la vieja" en Callosa de Segura, por ejemplo, siempre coincidiendo en la misma fecha y con diferencias no demasiado preceptibles.

La costrumbre puso, durante decenios, su nota típica y desenfadada en las ventanas y balcones de Elche, hasta que se perdió totalmente y, hacia finales de los años ochenta, el citado Patronato se impuso su recuperación, objetivo logrado en buena parte. Para criticar festivamente a políticos, personajes populares o determinadas costumbres, en la mañana de la fecha indicada, se colocaban "ninots" o monigotes, con la misma intención que los lucen y arden en las hogueras de San Juan en Alicante. El historiador local, Pedro Ibarra y Ruiz, se refería a la norma, si bien limitándose al ámbito estricatamente ilicitano.

"En Elche, durante la Edad Media, hacia finales de la misma y buena parte de la Moderna, hasta el año mil ochocientos y tantos, que se estableció la guardería rural, existía un instituto armado que se llamó "vel-les de serra", esto es, centinelas de monte, cuya misión era vigilar la divisoria entre Castilla, nacionalidad casi siemore en pugna con Aragón, a la cual pertenecíamos y que pasaba por el límite norte de nuestro término municipal. La voz "vel-les" deriva, pues, de velar o estar en vela.....
Los cristianos medievales de Elche, cuando llegaba cierto día de la Santa Cuaresma colocaban encima de la muralla con vistas a la judería unos monigotes burlescos recordando a los judíos el hecho de haber colocado junto al sepulcro del Maestro guardias de vista, en evitación de que los apòstoles hicieran desaparecer el sagrado cuerpo, para luego hacer creer a las gentes que Jesús había resucitado".

Esta referencia aparece en el semanario "Nueva Illice", el 14 de marzo de 1926.

Cuando las calles no estaban asfaltadas, sino con abundancia de piedras, los chavales las utilizaban como proyectiles para apedrear los "ninots", sino se habían retirado de la ventana o balcón antes de las diez de la mañana. A esa hora se abría la veda para atacar a los indefensos monigotes. Hoy, aunque sin piedras, la costumbre renace, al calor del Patronato Histórico mencionado, que impide que se evapore esta página del más sano costumbrismo.

En su obra "El Carnaval", Julio Caro Baroja afirma:

"A la primera mitad del siglo XVII corresponde una obra llamada "Mojiganga de lo que pasa en la mitad de la Cuaresma, al partir la vieja", lo que demuestra que en Elche tuvo eco una tradición muy generalizada".

Este artículo ha sido publicado en la Revista TOP TURISME en abril 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario